lunes, 30 de diciembre de 2013

Cuestión de peso

Estoy ganando peso.

Supongo que cualquiera que no esté en mi situación verá el aumento de peso como algo superficial de lo que no debería preocuparme pero ya he aprendido a no hablar de los temas sobre los que no quiero que me adoctrinen o aconsejen.

Hasta ahora no me había planteado que mi aumento de peso tuviera algo que ver con el tratamiento (sí con la forma compulsiva de comer todo tipo de alimentos hipercalóricos a mi alcance) pero Google está ahí para aclararte cualquier duda, incluso antes de que te la plantees. Y sí, es normal que se produzca un aumento de peso durante la quimioterapia y, bola extra, es normal que sea un aumento de peso del que resulte difícil librarse porque a la larga queda vinculado a la menopausia y los cambios hormonales asociados.

No quiero engordar, no es una tontería, las cosas ya están suficientememte complicadas para empezar a pelearme con mi imagen, con los espejos y con la ropa.

Y no quiero preocuparme por mi peso.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Antibiótico

Algo me dice que no acompañe la palabra antibiótico con el adjetivo primer(o).

Un dolor punzante en la garganta, uno de esos dolores a los que en condiciones normales no haría ningún paso y esperaría a que se me desapareciera a golpe de miel y limón, me llevó al médico. Intenté negociar, sin mucha convicción, la posibilidad de no tomar antibiótico o de aplazarlo, pensando en candidiasis y efectos colaterales similares. Esa misma tarde tomé el primer sobre.

Eran tres días de antibiótico, y de momento, terminados los tres días, no han aparecido efectos colaterales. Tengo que recordar no preocuparme en vano y no considerar si será el primero o no de más antibióticos.

Recordar: preocuparse solo cuando haya una razón objetiva para hacerlo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Olores

Oler por la boca.

Desde la primera sesión de quimio fue evidente que iba a tener problemas con los olores. Primero fue un problema con el quitaesmalte que, por alguna desconocida razón, usó una noche mi hija, después vinieron las colonias.

Es complicado porque la gente tiene la manía de utilizar colonias y perfumes y el problema puede aparecer lo mismo en clase en la escuela de idiomas que en la estación de trenes.

El olor llega por la nariz, advirtiendo a gritos su presencia, y después se instala en la lengua y los labios con toda su potencia química.

Supongo que no se puede ir pidiendo a la gente que deje un hábito tan aparentemente poco molesto e incluso imperceptible, no al menos sin un grado importante de confianza.

No sé muy bien cómo gestionarlo.


viernes, 20 de diciembre de 2013

Información reservada

Cuando me operaron para quitarme el ganglio centinela Carlos recibió una información "confidencial"

Recuerdo que me dijo: "me ha dicho la cirujana que a tí no te lo diría pero yo sé que eres fuerte". Recuerdo el comentario pero algo en mi cerebro (o en el suyo) ha hecho que ese comentario vaya ligado a una información distinta.

Creo recordar que me lo dijo en el posoperatorio, quizás eso sea una explicación.

La información que él asegura haberme transmitido es que con el tamaño de mi tumor lo más probable es que los ganglios estuvieran infiltrados. La información que yo recibí es que me habían quitado tres ganglios en lugar de uno como estaba previsto a priori.

Yo estoy prácticamente segura de que la información que me transmitió es la que yo recibí, me parece mucho trabajo eliminar de mi consciente algo tan significativo, pero él afirma estar completamente seguro de habérmelo dicho.

Lo cierto es que esa información, como hipotética pero probable, me hubiera ayudado a prepararme este mes para la noticia que me dieron ayer. Sí, mis ganglios están infiltrados.

Asimilando.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Sin pelo

Ni un pelo de tonta, claro.
  • La caída del pelo no es dolorosa pero tampoco indolora.
    Nunca me planteé que, aparte de quedarme con el pelo en la mano, o en la ropa, o en la almohada, fuera a sentir la caída del pelo pero sí, se nota, bueno, al menos yo la noté, que en estas cosas cada uno siente lo que siente y nota lo que nota. Coincidiendo con los primeros pelos "arrancados" sin esfuerzo el cuero cabelludo se volvió (hiper)sensible, como después de soltar una coleta o algún peinado a contrapelo que has llevado durante mucho tiempo. 
  • No es desagradable quedarse con el pelo en la mano.
    A pesar de tener el cuero cabelludo demasiado sensibilizado para cepillarme la sensación de pasar la mano e ir recogiendo pequeños mechones, lejos de resultarme desagradable, fue casi placentera, como una caricia de despedida... Con una bolsa casi llena de pelo decidí que ya era suficiente y acepté el criterio de Carlos, que insistía en que así no se hacía, compartimos el uso de la máquina de rapar cabezas y después él me pasó la maquinilla de afeitar.
  • Sin pelo.
    A pesar de todo lo que nos reímos y de mi supuesta histórica preparación a base de rapados, verte en el espejo sin pelo es toda una experiencia, otra confirmación más de que esto va en serio, lo lleves bien o lo lleves mal lo cierto es que ya no te ves normal y hay que dar otro pequeño empujoncito en la búsqueda de la aparente normalidad que ayuda a seguir adelante.
  • Con gorro.
    Llevo tres días cambiándome de gorros, sombreros y pañuelos en busca de la fórmula más cómoda para estar en la calle, en casa, en clase y dormir... creo que casi la tengo.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Tiempo

El tiempo pasa tan... despacio/deprisa.

La sensación es extraña, por una parte llevo estos meses queriendo que pasen cosas: conocer resultados, empezar tratamientos... pero por otra parte quiero que estos días "normales" se estiren, y duren, y que tarden en pasar cosas: conocer resultados, empezar/continuar tratamientos...

Y es que el tiempo pasa tan... deprisa/despacio.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Puntos

Cuatro (o cinco) puntos menos, pedazo multa.

Quince días después de operarme aún llevaba los puntos en la axila. Según la enfermera competente es mejor dejarlos más tiempo porque es una zona muy grasa y es más fácil que se abran.

Ahora solo tengo una cicatriz, que me estoy acostumbrando a ver, como me acostumbré a ver la gomita del drenaje saliendo de la cicatriz y como me acostumbré a ver el agujerito que dejó junto a los cuatro (o cinco) puntos cuando me la quitaron. 

Mi cicatriz no tiene mal aspecto, con el paso de los días hasta su textura mejora visiblemente, ya la miro sin repelús y la froto con aceite de rosa mosqueta, hasta (casi) he superado el miedo visceral a que se abra espontáneamente.

Sé que no va a ser la única cicatriz y que tendré que acostumbrarme a controlar ese vuelco del estómago otra vez para limpiarla, para secarla, para moverme y para tocarla...


Y sé que no es lo único a lo que me tendré que acostumbrar.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Esperando ¿qué?

La expectativas son un error, siempre.

Esta es una aventura sin expectativas, por pura superviviencia. Aún así hay unas pocas certezas, comunicadas sin ningún resquicio de duda, que hacen que esperes ciertos sucesos: se te va a caer el pelo, no vas a tener la regla.

Acabo de tener mi "tercera última regla" y espero el momento en el que se haga evidente que se me cae el pelo. Según diversas fuentes lo normal es no llegar con pelo al segundo ciclo de quimioterapia, según esas fuentes lo normal es que el pelo se empiece a caer (y se caiga) entre 10 y 15 días después de el primer ciclo de quimio. Hoy hace 13 días.

No es una espera como las demás, no espero una cita ni una llamada, espero algo desconocido que no sé exactamente cuándo va a pasar, una sensación y un sentimiento que a priori no suponen un problema pero que posiblemente vengan acompañados de una carga emocional importante.

"Posiblemente" es un adverbio que acompaña a las expectativas. Algo inquieta si que estoy.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Esperanzas

Hay una pregunta a la que la gente que me voy encontrando tiende a aferrarse, supongo que en busca de esperanza.

¿Te lo encontraron en una revisión?

No, no me lo encontraron en una revisión. En una revisión me dijeron que todo era perfectamente normal y fui yo la que, sabiendo que algo estaba mal, pidió la siguiente "revisión". No, no me lo encontraron gracias a ningún programa de detección precoz. No.

La pregunta es un recurso para esas fórmulas de consuelo que todo el mundo intenta construir ante la necesidad de decir algo: encontrarlo a tiempo, suerte que te lo vieron... No. La pregunta me la hacen mujeres, mujeres que quieren pensar que si algún día tienen un cáncer en un pecho se lo van a detectar a tiempo, en una revisión.

Supongo que es una pequeña venganza ruin darle una patada a esa esperanza, sabiendo que va a permanecer intacta, por imprescindible.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Frases y frases

El otro día leí un texto que se titulaba "lo que nunca deberías decir a una mujer que ha sufrido un aborto".

Según lo leía pensé en esas frases que he ido recibiendo de amigas y conocidas, frases que se podrían juntar en algo como "lo que nunca deberías decir a una mujer que tiene cáncer", o quizás "lo que nunca deberías decirle a Cristina cuando tiene cáncer"

Es algo visceral, hay cosas que no quiero escuchar (quien dice escuchar dice leer), que me molestan, me incomodan, que me hacen sentir que tengo que poner distancia con la persona que me las dice, por mucho que la quiera, por mucho que me quiera y mucha buena intención que tenga.

"Tienes que ser fuerte"
"Todo va a salir bien"
"Cada día que pasa está más cerca tu recuperación"
...

No quiero escuchar que ser fuerte, ser optimista, no venirme abajo... es mi responsabilidad (no señores, no tengo que ser nada, solo tengo que vivir), no quiero escuchar a personas adultas que transmiten su deseo de que todo salga bien como pitonisas (sí, yo también quiero que todo salga bien pero no afirmes cosas que no sabes, por favor), no puedo con las interpretaciones megaoptimistas sobre qué suerte que me lo descubrieran a tiempo (¿?) y lo valiosa que va a ser esta experiencia "tan dura" en mi vida (si tan bueno te parece ten el cáncer tú), y ya sé que todo el mundo conoce a alguien que ha superado un cáncer de mama y que está "estupenda" (¿seguro?, ¿cuánto sabes de esas personas?). Soy una persona adulta, sé lo que es el cáncer.

Estoy bien, tengo una actitud que me permite vivir el día a día sin angustia, estoy luchando contra esto, no puedo pensar en el futuro, ni para bien ni para mal, no necesito que me consuelen ni que me engañen.

Si quieres estar a mi lado, bienvenido, no hace falta que digas nada.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Tic TAC

Tic-tac, tic, tac, tic-TAC

Creo que por fin puedo establecer diferencias entre una resonancia y un TAC. La verdad es que es un privilegio ignorar este tipo de datos durante 44 años pero vamos, que el saber no ocupa lugar.

Una resonancia es un procedimiento largo y ruidoso, un tac es un procedimiento más rápido, menos incómodo, supongo que más agresivo (radiación) y el contraste produce calor en el cuerpo y un sabor horrible en la boca.

¿Qué hay del hecho de que a una paciente a tres días de haber recibido su primer ciclo de quimioterapia la tengan en ayunas bebiendo agua 3 horas y la atiendan la última? (después de gente aparentemente en mejor estado para esperar, que nunca se sabe, pero sospecho que sí)

¿Qué hay del hecho de que el TAC, cuyos resultados debían estar en Lugo el día 26 se haga el día 2 (una semana después)?

¿Qué hay del hecho de que a pesar de poner en el volante "hacer aquí" (en Lugo, entendí yo), el TAC me lo hagan en Monforte y me avisen por teléfono, solo al móvil, durante los dos días en que estuve ingresada en el hospital de Lugo y al no recibir respuesta lo dejen estar?

¿No existe una forma de coordinar, de preguntar, de asegurarse de fechas y coordinarlas, de trabajar conjuntamente, de saber en que situación se encuentra una paciente para actuar en consecuencia?

Tic-tac... me tengo por una persona paciente, asumo las esperas estoicamente incluso cuando no me corresponden, pero hay cosas que no me caben en la cabeza, como el trabajo mal hecho.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Quimioterapia (I)

No lo voy a negar, la quimioterapia acojona.

Acojona no saber qué te van a hacer, la única referencia es que te van a meter distintos líquidos en vena por una vía. ¿Qué líquidos?...

Acojona no saber si duele o no duele. Mi postura actual es que nada duele hasta que se demuestre que duele y que si tengo alguna duda de si me duele o no... decido que no. Y no, no duele, el líquido más chungo pica en la mano y cosquillea por el brazo, es todo.

Acojona no saber cómo te vas a sentir después, si vas a tener apetito o no, si vas a tener nauseas o no, si te vas a sentir cansada o no, si te va a apetecer comer o no... todas esas referencias de casos ajenos...

Mi primera quimioterapia no ha dolido y no me ha hecho sentir mal en los tres días posteriores, los nervios no me los quita nadie pero el primer paso está dado y el miedo al segundo llegará en su momento (si llega).

viernes, 29 de noviembre de 2013

Oportunidades (II)

La vida está llena de oportunidades.

Una oportunidad, cuando sabes que un plazo de 15 días (15 más de lo previsto) no te va a quedar ni un pelo en la cabeza, es probar un nuevo corte de pelo dando la oportunidad a algún estudiante de peluquería de hacer lo que quiera, lo que he denominado "donar mi melena a la ciencia".

Es una curiosa experiencia, larga, pero curiosa. Ver cómo la profesora explica cada paso del proceso, desde el estudio del rostro, de las orejas, de los remolinos, la elección del corte que más puede favorecer con esos rasgos y ver como el alumno (en mi caso él) va avanzando con creciente seguridad y satisfacción.

El resultado me ha encantado, y la experiencia también. Y ya estoy medio preparada para la calvicie.

Siguiente paso: maquinilla.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Enfermeras

Las enfermeras son un mundo. No, las enfermeras son muchos mundos.

La primera enfermera con la que me encontré en esta aventura fue la enfermera de rayos, cuando fui a hacerme la biopsia. Una enfermera atenta y bastante tranquilizadora, que te pregunta cómo te encuentras y te intenta tranquilizar. El único problema que tiene es que su mirada transmite tanta pena, tanta lástima por tí, que te dan ganas de consolarla y tranquilizarla.

La segunda enfermera, en la unidad de mamá, es una enfermera Teletubbie. Se pone en tu lugar, deduce que estás pasando un trago duro y su forma de ayudarte es el contacto físico: "abrazo fuerte". No me gusta el contacto físico con desconocidos, por buenas que sean sus intenciones.

La tercera enfermera es la coordinadora de procesos. Me ofreció su teléfono para cualquier cosa (preguntar, hablar, técnicas de rellajación, que nos acompañe por el hospital...) con sus ojos claros. (Una de las Dolores, L., creo)

La cuarta de la consulta de enfermería es D., una referencia constante en el hospital. Enfermera empática y competente, con visión de conjunto y un teléfono en la mano para resolver cualquier duda sobre horarios citas o procedimientos. Es mi enfermera preferida. Empática sin dramatismo.

La quinta enfermera, M., sustituta de C. en el hospital de día (oncohematología). Supongo que tendrá vocación y será competente pero... no me ayudó nada. Habló y habló, adelantando problemas que pueden no suceder, preguntándome cosas que no tengo por qué saber y que ella podría preguntar directamente con su teléfono, mandándonos a la consulta otra vez para preguntar nosotros mismos, hablando de líquidos que queman las venas por dentro (repitiendo ad nauseam la palabra quemar) y ni siquiera ofreciéndome la caja de pañuelos de papel cuando consiguió hacerme llorar. Eso sí, como una concesión encubierta habló de la posibilidad de recurrir a una psicóloga "si no lo puedo asumir por mí misma"...

Sexta enfermera, sala de tratamientos, competente y agradable. Con eso me conformo.

martes, 26 de noviembre de 2013

Resonancia

Mi primera resonancia.

La máquina para hacer resonancias parece una máquina de pega. Vamos, que te metan en un tubo es algo relativamente normal, que te pongan una vía con un contraste entra dentro de lo normal pero el ruido... el ruido sospecho que es para adornar, para que no parezca un proceso soso.

Yo sospecho que alguien se preguntó cómo llamarle al procedimiento y se contestó a sí mismo: "resonancia", lo demás cae de cajón, una resonancia tiene que resonar. Y resuena, vaya si resuena.

La máquina de las resonancias junta una serie de ruidos desagradables a un volumen bestial (incluso con los cascos puestos) sacados o de la mente de un loco o de una obra en una calle, y los ruidos se suceden de forma más o menos regular a intervalos irregulares, con breves momentos de silencio para despistar.

Si a eso le unimos el frío (incluso con una manta en mi parte inferior) y la postura boca abajo con las tetas encajadas en unos agujeros de metacrilato... solo me queda sugerir, para completar el conjunto, unos ruidos de gente masticando o tirándose pedos (con perdón).

Agradable no es, pero tampoco es para morirse, en unas doce semanitas repetimos, a ver cómo encoge el enemigo.

viernes, 22 de noviembre de 2013

De la casa

El personal del hospital de L. (supongo que en los demás pasará algo parecido) habla de sí mismo con el apelativo "de la casa".

Espero que nadie "de la casa" llegue a leer este blog y si lo lee espero que no se sienta ofendido pero tengo que hablar de la gente "de la casa". Ser de la casa (permitidme que omita las comillas, aunque siguen ahí) implica una mentalidad y una forma de comportarse que roza la inmoralidad (lo que habría que concretar es si la roza desde fuera o desde dentro).

Los de la casa son gente gregaria que considera que sus derechos dentro de la casa (donde la casa es todo el sistema sanitario) son distintos de los del resto de los usuarios, sí, los que pagamos la casa con nuestros impuestos. Esos derechos suponen no tener que esperar las horas o días según el caso, que el resto de los usuarios aceptamos con más o menos resignación, suponen poder acceder a recursos y servicios inaccesibles, poder saltarse las normas, hablar a voces por los pasillos o dentro de las habitaciones a cualquier hora, y tener derecho a protestar cuando no les dejan ejercer sus "derechos"

Pero lo más sorprendente de los de la casa es que presumen de su conducta deshonesta como si fuese completamente legítima e incluso te ofrecen la posibilidad de, por estar con ellos, participar de esa conducta. No entiendo cómo alguien puede no darse cuenta de que sus supestos derechos suponen un perjuicio para los demás, que si ellos pasan antes, muchos otros tienen que pasar después.

No sé si la mentalidad equivocada es la mía pero me entristece profundamente que la gente se comporte así.




miércoles, 20 de noviembre de 2013

En ambulancia

Viajar en ambulancia no mola.

Sé que muchas de las cosas que voy a hacer en esta aventura no molan pero lo de viajar en ambulancia a priori parecía ser una de las cosas que podían molar. Pues no, no mola.

Prescindiendo del hecho de tener o no que compartirla y de tener o no que esperar a la persona con la que la compartimos, viajar en ambulancia, al menos en la que viajamos, es incómodo. El espacio entre los tres asientos y la parte posterior de la cabina no permite colocar las piernas con comodidad y la calefacción... la calefacción es un chorro tremendo de aire muy caliente que te da de lleno de frente, tanto que la mejor opción es pasar frío.

Como experiencia vale pero no hace falta repetir.

martes, 19 de noviembre de 2013

Tecnecio

Hurrengo geltokia: Tc / Próxima estación: Tc

El tecnecio es uno de esos elementos inestables que aparecen en la tabla periódica, el más ligero y el primero de los elementos sintéticos.

Desde que supe que voy a ser radiactiva por una horas no me quito de la cabeza a Mr Burns:



jueves, 14 de noviembre de 2013

Tres grapas


Cada día se aprenden cosas nuevas. Hoy he aprendido lo que es una mamografía con marcaje.

Así a priori se podría pensar que el marcaje es alguna técnica preparatoria para la mamografía pero no, la mamografía se hace para comprobar que el tumor queda bien "marcado".

¿Y cómo se marca un tumor? Pues con algo que llaman clips y que te explican que son como grapas. Con un ecógrafo y una aguja muy larga van buscando los bordes del tumor y ahí ponen las grapas. La idea es tener una referencia para la cirujía cuando el tumor encoja o desaparezca.

Y yo no me quito de la cabeza el "arriba las manos, estás rodeado".

Supongo que tener rodeado al enemigo es el primer paso para vencerlo.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Responsabilidades

Soy una especialista en el arte de sentirse culpable.

Tengo la sensación de que con la mejor de las intenciones me están tendiendo una trampa, que sí, que tengo que colaborar, que la actitud, que la forma de afrontarlo, que yo soy determinante, que si un 50%... ¿porcentajes?

A ver, de momento no tengo ninguna duda en que voy a hacer lo que me manden, no me he planteado otra posibilidad pero ¿qué más me están pidiendo?. ¿Se puede dar los mismos mensajes a diferentes personas, sin conocerlas, sin saber cómo sienten ni de qué pie cojean?

No se me ocurre cómo puede ser sentirte culpable de que no dé resultado un tratamiento contra el cáncer, culpable de morirte, solo sé que si tuviera que morirme preferiría no sentirme culpable.

domingo, 10 de noviembre de 2013

¿La última?

No voy a echar de menos la regla. (O al menos eso creo).

El doctor C. además de avisarme de que se me va a caer el pelo me explicó que con la quimio no me va a venir la regla y que, dada mi edad, es posible que ya no la vuelva a tener. Me lo decía con la cara de circunstancias de quien no sabe cúanto me puede afectar la noticia. La enfermera Teletubbie utilizó una de esas fórmulas de consuelo como bombas de relojería: "ya tienes dos hijos"...

Pero no, no creo que la eche de menos, no puedo echar de menos esa hiperpercepción de la suciedad y el desorden que acompaña a mis periodos y me coloca al borde de la asfixia, no puedo echar de menos ese callejón sin salida que siempre acaba en un mantra indeseable: "me quiero morir"

Tengo la regla, posiblemente la última, y he intentado no dejar que esta vez mi cabeza justificara el "me quiero morir" de siempre. Ayer no lo conseguí y me sentí atrapada. No lo quiero pensar, no quiero tener la oportunidad de razonar.

Estoy dispuesta a hacer lo que haya que hacer, por favor, no puedo ofrecer nada más.

sábado, 9 de noviembre de 2013

¿Antecedentes?

Desde que empecé esta aventura la pregunta se ha repetido tres veces: "¿tienes antecedentes de cáncer de mama o de útero?"

El radiólogo escuchó mi explicación al "no sé", la ginecóloga no me dejó ni explicarlo, el doctor C. comentó: "si no sabemos no sabemos".

Hoy he sabido que mi tía, la hermana de mi padre, murió de un cáncer de útero. Yo no tenía trato con mi tía, mi único recuerdo de ella es del día de su boda, yo ya tenía 17 años y ella muchos más, pocos años después enfermó y murió.

En mi casa nunca se pronunció la palabra cáncer, mi tía estuvo "muy malita" y después murió. A mis veintipocos años yo ya sabía que estar tan "malita" como para morirse era tener cáncer pero hasta hoy no he sabido cuál.

No sé si este dato cambia mi situación ni de qué manera, intento no analizar por qué siento que peligra el equilibrio emocional con el que voy llevando mi diagnóstico de cáncer de mama. Quiero seguir como estoy (anímicamente).

jueves, 7 de noviembre de 2013

Sombreros

Entretengo la espera con detalles más o menos superficiales.

"Se te va a caer el pelo", dijo el doctor Castro. Y a mí no me preocupa que se me caiga el pelo, me parece algo anecdótico dentro de la situación porque el pelo vuelve a salir y el pelo crece, el pelo es una de las cosas que menos me preocupa.

Y entretengo la espera pensando qué voy a hacer sin pelo, y es que son tan bonitos...

                             
http://www.sombrerosmoe.com/es/


miércoles, 6 de noviembre de 2013

El arte de esperar

Parece que tener cáncer es, entre otras cosas, un ejercicio de paciencia.

Una biopsia cuesta 20 días, una analítica una hora, un electro un cuarto de hora más, la consulta de preanestesia tres días, una operación para quitar un ganglio (a priori) unos quince días más...

Algo dentro te apremia, te dice que es urgente, que todo debería tardar menos, y algo dentro siente alivio por disfrutar unos días más de esta aparente tranquilidad, de este "durmiendo con mi enemigo".

Esperando.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Enfados

Ahora mismo no quiero estar enfadada, ni conmigo, ni con nadie.

Llevo meses enfadada, enfadada con mi teta izquierda por preocuparme, por molestarme... (lleva meses castigada), enfadada conmigo por no ser más resolutiva y decidirme mucho antes a ir al médico, o a urgencias o donde fuera... me enfada la posibilidad de que el bulto que hace dos años me dijeron que no era nada ya fuera "algo", me enfadó que el radiólogo preguntara dónde me lo habían mirado entonces como queriendo echar la culpa a alguien de algo sin decir nada, me enfada que una cita preferente de ginecología tardara casi dos meses, y una mamografía y ecografía preferentes casi otros dos...

Y ahora no quiero estar enfadada, quiero confiar en mi médico, quiero creerme lo que me dice, quiero no dudar, quiero ponerme en sus manos sin tener que cuestionarme, ni juzgar, ni analizar... no me sobra la energía para hacer todo eso.

No puedo permitirme estar enfadada, paso.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Oportunidades


La vida está llena de oportunidades.

Una oportunidad, cuando sabes que en plazo de un mes no te va a quedar ni un pelo en la cabeza, es probar un nuevo color de pelo que siempre has querido ver cómo te sentaría. En mi caso siempre he querido teñirme el pelo de rojo y no entiendo de nombres de colores de tinte pero creo que lo que quería probar tenía algo que ver con caobas.

Ayer fui a la peluquería  y dije que quería ponerme el pelo rojo. La mirada de la peluquera me recordó un comentario de una amiga hace tiempo "teñirse de rojo es malísimo, enseguida se ven las raices" y rápidamente la tranquilicé: "no te procupes por mi rojo que se me va a caer el pelo" (pensándolo bien seguramente la destranquilicé, pero bueno).

Ahora tengo el pelo con un aspecto rojizo que no me desagrada y que pienso que no me queda mal y ahora es cuando me paro a pensar... carallo, ¿y cuando se me caiga el pelo voy a tener la cabeza teñida de rojo?

Jejeje, no sé... veremos (dijo un ciego).

lunes, 28 de octubre de 2013

Claro de lúa

Hay días complicados de sentir... hoy he recibido una mala noticia (tengo un cáncer de mama) y un regalo.
Por ahora me quedo con el regalo, luego ya haremos lo que toque.


Gracias María 


Claro de lúa

25/10/2013 - María Varela

A lúa de outono é a máis escorrediza de todas. Esvaécese tralas nubes negras na noite negra. Agóchase en silencio e nin se deixa sentir. Por iso cando descubriu o ceo gris do novembro galego se tatuou unha lúa nova no ombro esquerdo para que a arroupe nos seus desvelos. Ela é unha meiga boa. Non fai conxuros nin ten unha verruga no nariz, pero hai algo máxico nas súas mans de nai agarimosa que enfeitiza o que toca. É coma un personaxe de encantamento: pinta as paredes con sabores (‘flanín’,framboesa, mazá verde...), planta xirasoles xigantes para levar á luz do sol á porta da casa e calceta auroras boreais. Días atrás mudou a media lúa do seu perfil por un lazo rosa. Coma moitos. Só que ela engadiu unha frase en primeira persoa: “Aí vou”. Axiña sairá de dúbidas. Saberá se ten que iniciar unha andaina que moitas mulleres encaran hoxe en día baixo ceos empedrados. Di que agarda coa serenidade do mar mentres vai derramando sorrisos pola casa. Prepara tortas doces e amargas e atesoura momentos na bitácora da súa travesía. As encrucilladas, os abismos... xorden á beira dos camiños cando menos se esperan. E dá moita vertixe cruzalos na escuridade. Sen embargo, sempre hai alguén disposto a acompañarnos, e demostrar que tamén as noites de outono teñen o seu claro de lúa.

domingo, 27 de octubre de 2013

Un paseo por el bosque


Cuando esperar se convierte en una actividad absorbente viene bien algo de aire libre.

Hace 19 días que me hicieron la biopsia y mañana por fin me dan los resultados. Espero, solo espero, pero a veces tengo que desapretar conscientemente los dientes que aprieto inconscientemente. Me dicen que si tardan es buena señal, me dicen que si fuera malo me avisarían antes... yo no lo creo pero si mañana me dan alguna sorpresa será buena.

El olor de la tierra, el suelo que no se ve debajo de las hojas, las setas de colores, la luz, el aire... se espera mejor al aire libre.

sábado, 19 de octubre de 2013

Facebook

No es la primera vez que el día contra el cáncer de mama me pilla esperando resultados.

El facebook se llena de lazos rosas y yo me tenso poco a poco, como una cuerda de guitarra, al final decido poner mi propio lazo sabiendo que dos o tres personas van a saber por qué está ahí.

El facebook se llena de comentarios sobre la falta de sentido del lazo rosa en la situación actual de recortes en sanidad, mi lazo sigue ahí, como un grito.

El facebook se llena de artículos, fotos, videos y todo tipo de referencias a la lactancia materna como única prevención efectiva del cáncer de mama... no sé si estoy triste o enfadada, quizás resignada.

Y viene el megagurú y dice que "la lactancia es una “prevención primaria” de miles de mujeres que se evitarían así la biopsia, los efectos secundarios de la medicación, los riesgos de la intervención… jamás tendrían cáncer."

¿Jamás tendrían cáncer?... ¡joder!, y yo preocupándome...