lunes, 30 de diciembre de 2013

Cuestión de peso

Estoy ganando peso.

Supongo que cualquiera que no esté en mi situación verá el aumento de peso como algo superficial de lo que no debería preocuparme pero ya he aprendido a no hablar de los temas sobre los que no quiero que me adoctrinen o aconsejen.

Hasta ahora no me había planteado que mi aumento de peso tuviera algo que ver con el tratamiento (sí con la forma compulsiva de comer todo tipo de alimentos hipercalóricos a mi alcance) pero Google está ahí para aclararte cualquier duda, incluso antes de que te la plantees. Y sí, es normal que se produzca un aumento de peso durante la quimioterapia y, bola extra, es normal que sea un aumento de peso del que resulte difícil librarse porque a la larga queda vinculado a la menopausia y los cambios hormonales asociados.

No quiero engordar, no es una tontería, las cosas ya están suficientememte complicadas para empezar a pelearme con mi imagen, con los espejos y con la ropa.

Y no quiero preocuparme por mi peso.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Antibiótico

Algo me dice que no acompañe la palabra antibiótico con el adjetivo primer(o).

Un dolor punzante en la garganta, uno de esos dolores a los que en condiciones normales no haría ningún paso y esperaría a que se me desapareciera a golpe de miel y limón, me llevó al médico. Intenté negociar, sin mucha convicción, la posibilidad de no tomar antibiótico o de aplazarlo, pensando en candidiasis y efectos colaterales similares. Esa misma tarde tomé el primer sobre.

Eran tres días de antibiótico, y de momento, terminados los tres días, no han aparecido efectos colaterales. Tengo que recordar no preocuparme en vano y no considerar si será el primero o no de más antibióticos.

Recordar: preocuparse solo cuando haya una razón objetiva para hacerlo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Olores

Oler por la boca.

Desde la primera sesión de quimio fue evidente que iba a tener problemas con los olores. Primero fue un problema con el quitaesmalte que, por alguna desconocida razón, usó una noche mi hija, después vinieron las colonias.

Es complicado porque la gente tiene la manía de utilizar colonias y perfumes y el problema puede aparecer lo mismo en clase en la escuela de idiomas que en la estación de trenes.

El olor llega por la nariz, advirtiendo a gritos su presencia, y después se instala en la lengua y los labios con toda su potencia química.

Supongo que no se puede ir pidiendo a la gente que deje un hábito tan aparentemente poco molesto e incluso imperceptible, no al menos sin un grado importante de confianza.

No sé muy bien cómo gestionarlo.


viernes, 20 de diciembre de 2013

Información reservada

Cuando me operaron para quitarme el ganglio centinela Carlos recibió una información "confidencial"

Recuerdo que me dijo: "me ha dicho la cirujana que a tí no te lo diría pero yo sé que eres fuerte". Recuerdo el comentario pero algo en mi cerebro (o en el suyo) ha hecho que ese comentario vaya ligado a una información distinta.

Creo recordar que me lo dijo en el posoperatorio, quizás eso sea una explicación.

La información que él asegura haberme transmitido es que con el tamaño de mi tumor lo más probable es que los ganglios estuvieran infiltrados. La información que yo recibí es que me habían quitado tres ganglios en lugar de uno como estaba previsto a priori.

Yo estoy prácticamente segura de que la información que me transmitió es la que yo recibí, me parece mucho trabajo eliminar de mi consciente algo tan significativo, pero él afirma estar completamente seguro de habérmelo dicho.

Lo cierto es que esa información, como hipotética pero probable, me hubiera ayudado a prepararme este mes para la noticia que me dieron ayer. Sí, mis ganglios están infiltrados.

Asimilando.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Sin pelo

Ni un pelo de tonta, claro.
  • La caída del pelo no es dolorosa pero tampoco indolora.
    Nunca me planteé que, aparte de quedarme con el pelo en la mano, o en la ropa, o en la almohada, fuera a sentir la caída del pelo pero sí, se nota, bueno, al menos yo la noté, que en estas cosas cada uno siente lo que siente y nota lo que nota. Coincidiendo con los primeros pelos "arrancados" sin esfuerzo el cuero cabelludo se volvió (hiper)sensible, como después de soltar una coleta o algún peinado a contrapelo que has llevado durante mucho tiempo. 
  • No es desagradable quedarse con el pelo en la mano.
    A pesar de tener el cuero cabelludo demasiado sensibilizado para cepillarme la sensación de pasar la mano e ir recogiendo pequeños mechones, lejos de resultarme desagradable, fue casi placentera, como una caricia de despedida... Con una bolsa casi llena de pelo decidí que ya era suficiente y acepté el criterio de Carlos, que insistía en que así no se hacía, compartimos el uso de la máquina de rapar cabezas y después él me pasó la maquinilla de afeitar.
  • Sin pelo.
    A pesar de todo lo que nos reímos y de mi supuesta histórica preparación a base de rapados, verte en el espejo sin pelo es toda una experiencia, otra confirmación más de que esto va en serio, lo lleves bien o lo lleves mal lo cierto es que ya no te ves normal y hay que dar otro pequeño empujoncito en la búsqueda de la aparente normalidad que ayuda a seguir adelante.
  • Con gorro.
    Llevo tres días cambiándome de gorros, sombreros y pañuelos en busca de la fórmula más cómoda para estar en la calle, en casa, en clase y dormir... creo que casi la tengo.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Tiempo

El tiempo pasa tan... despacio/deprisa.

La sensación es extraña, por una parte llevo estos meses queriendo que pasen cosas: conocer resultados, empezar tratamientos... pero por otra parte quiero que estos días "normales" se estiren, y duren, y que tarden en pasar cosas: conocer resultados, empezar/continuar tratamientos...

Y es que el tiempo pasa tan... deprisa/despacio.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Puntos

Cuatro (o cinco) puntos menos, pedazo multa.

Quince días después de operarme aún llevaba los puntos en la axila. Según la enfermera competente es mejor dejarlos más tiempo porque es una zona muy grasa y es más fácil que se abran.

Ahora solo tengo una cicatriz, que me estoy acostumbrando a ver, como me acostumbré a ver la gomita del drenaje saliendo de la cicatriz y como me acostumbré a ver el agujerito que dejó junto a los cuatro (o cinco) puntos cuando me la quitaron. 

Mi cicatriz no tiene mal aspecto, con el paso de los días hasta su textura mejora visiblemente, ya la miro sin repelús y la froto con aceite de rosa mosqueta, hasta (casi) he superado el miedo visceral a que se abra espontáneamente.

Sé que no va a ser la única cicatriz y que tendré que acostumbrarme a controlar ese vuelco del estómago otra vez para limpiarla, para secarla, para moverme y para tocarla...


Y sé que no es lo único a lo que me tendré que acostumbrar.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Esperando ¿qué?

La expectativas son un error, siempre.

Esta es una aventura sin expectativas, por pura superviviencia. Aún así hay unas pocas certezas, comunicadas sin ningún resquicio de duda, que hacen que esperes ciertos sucesos: se te va a caer el pelo, no vas a tener la regla.

Acabo de tener mi "tercera última regla" y espero el momento en el que se haga evidente que se me cae el pelo. Según diversas fuentes lo normal es no llegar con pelo al segundo ciclo de quimioterapia, según esas fuentes lo normal es que el pelo se empiece a caer (y se caiga) entre 10 y 15 días después de el primer ciclo de quimio. Hoy hace 13 días.

No es una espera como las demás, no espero una cita ni una llamada, espero algo desconocido que no sé exactamente cuándo va a pasar, una sensación y un sentimiento que a priori no suponen un problema pero que posiblemente vengan acompañados de una carga emocional importante.

"Posiblemente" es un adverbio que acompaña a las expectativas. Algo inquieta si que estoy.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Esperanzas

Hay una pregunta a la que la gente que me voy encontrando tiende a aferrarse, supongo que en busca de esperanza.

¿Te lo encontraron en una revisión?

No, no me lo encontraron en una revisión. En una revisión me dijeron que todo era perfectamente normal y fui yo la que, sabiendo que algo estaba mal, pidió la siguiente "revisión". No, no me lo encontraron gracias a ningún programa de detección precoz. No.

La pregunta es un recurso para esas fórmulas de consuelo que todo el mundo intenta construir ante la necesidad de decir algo: encontrarlo a tiempo, suerte que te lo vieron... No. La pregunta me la hacen mujeres, mujeres que quieren pensar que si algún día tienen un cáncer en un pecho se lo van a detectar a tiempo, en una revisión.

Supongo que es una pequeña venganza ruin darle una patada a esa esperanza, sabiendo que va a permanecer intacta, por imprescindible.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Frases y frases

El otro día leí un texto que se titulaba "lo que nunca deberías decir a una mujer que ha sufrido un aborto".

Según lo leía pensé en esas frases que he ido recibiendo de amigas y conocidas, frases que se podrían juntar en algo como "lo que nunca deberías decir a una mujer que tiene cáncer", o quizás "lo que nunca deberías decirle a Cristina cuando tiene cáncer"

Es algo visceral, hay cosas que no quiero escuchar (quien dice escuchar dice leer), que me molestan, me incomodan, que me hacen sentir que tengo que poner distancia con la persona que me las dice, por mucho que la quiera, por mucho que me quiera y mucha buena intención que tenga.

"Tienes que ser fuerte"
"Todo va a salir bien"
"Cada día que pasa está más cerca tu recuperación"
...

No quiero escuchar que ser fuerte, ser optimista, no venirme abajo... es mi responsabilidad (no señores, no tengo que ser nada, solo tengo que vivir), no quiero escuchar a personas adultas que transmiten su deseo de que todo salga bien como pitonisas (sí, yo también quiero que todo salga bien pero no afirmes cosas que no sabes, por favor), no puedo con las interpretaciones megaoptimistas sobre qué suerte que me lo descubrieran a tiempo (¿?) y lo valiosa que va a ser esta experiencia "tan dura" en mi vida (si tan bueno te parece ten el cáncer tú), y ya sé que todo el mundo conoce a alguien que ha superado un cáncer de mama y que está "estupenda" (¿seguro?, ¿cuánto sabes de esas personas?). Soy una persona adulta, sé lo que es el cáncer.

Estoy bien, tengo una actitud que me permite vivir el día a día sin angustia, estoy luchando contra esto, no puedo pensar en el futuro, ni para bien ni para mal, no necesito que me consuelen ni que me engañen.

Si quieres estar a mi lado, bienvenido, no hace falta que digas nada.


lunes, 2 de diciembre de 2013

Tic TAC

Tic-tac, tic, tac, tic-TAC

Creo que por fin puedo establecer diferencias entre una resonancia y un TAC. La verdad es que es un privilegio ignorar este tipo de datos durante 44 años pero vamos, que el saber no ocupa lugar.

Una resonancia es un procedimiento largo y ruidoso, un tac es un procedimiento más rápido, menos incómodo, supongo que más agresivo (radiación) y el contraste produce calor en el cuerpo y un sabor horrible en la boca.

¿Qué hay del hecho de que a una paciente a tres días de haber recibido su primer ciclo de quimioterapia la tengan en ayunas bebiendo agua 3 horas y la atiendan la última? (después de gente aparentemente en mejor estado para esperar, que nunca se sabe, pero sospecho que sí)

¿Qué hay del hecho de que el TAC, cuyos resultados debían estar en Lugo el día 26 se haga el día 2 (una semana después)?

¿Qué hay del hecho de que a pesar de poner en el volante "hacer aquí" (en Lugo, entendí yo), el TAC me lo hagan en Monforte y me avisen por teléfono, solo al móvil, durante los dos días en que estuve ingresada en el hospital de Lugo y al no recibir respuesta lo dejen estar?

¿No existe una forma de coordinar, de preguntar, de asegurarse de fechas y coordinarlas, de trabajar conjuntamente, de saber en que situación se encuentra una paciente para actuar en consecuencia?

Tic-tac... me tengo por una persona paciente, asumo las esperas estoicamente incluso cuando no me corresponden, pero hay cosas que no me caben en la cabeza, como el trabajo mal hecho.