domingo, 31 de agosto de 2014

Reflejos

Uno de mis temas pendientes es una nunca concretada sesión de fotos a cargo de mi amiga Raquel.

Curiosamente en estos tiempos deformes, el espejo me devuelve una imagen que me gusta. Con unos quince kilos de más y curvas que han invertido su posición, me veo gorda pero bonita, me sigue gustando mi cuerpo (desnudo).

El problema empieza con la ropa. Si me visto (con las pocas prendas que siguen valiéndome), el reflejo ya no es tan amistoso, me cambio una y otra vez sin conseguir que me guste lo que veo. Pero lo que definitivamente no soporto son las fotos. No sé por qué hay tanta diferencia entre lo que veo en el espejo y ese cuerpo desproporcionado, fofo y bruto que refleja la cámara. No sé si le puedo echar la culpa a la ropa, a mi mal gusto al elegirla, o a la cámara (que de todos es sabido que engorda... ¿o eso solo son las de la tele?).

Afortunadamente tengo un fotógrafo que me mira con ojos generosos, filtra, recorta, selecciona y me devuelve yos casi amables, y quizás algún día me vuelva a apetecer la idea de una sesión para mí sola.

sábado, 30 de agosto de 2014

Mosquitos

Desde que el primer mosquito se atrevió a picarme al principio del verano me he preguntado por la suerte del pobre (de la pobre si es cierto que las que pican son las hembras).

De alguna forma he interiorizado mi estado químico posquimio viéndome a mí misma como una nueva superheroina, como si una araña estilo Spiderman hubiera insistido en picarme 8 veces a intervalos de 21 días. Algo me dice que ahora mi sangre es distinta, letal.

Aunque en algunos momentos he sufrido transformaciones físicas inquietantes (como la nariz autoadhesiva, la piel puntiaguda o los dedos elétricos) lo cierto es que solo parezco peligrosa para pequeños parásitos que pretendan chuparme la sangre, así que fantasío con la posibilidad de matar mosquitos a picotazos. ¡Se van a cagar!

Lo que no tengo claro es si mi superpoder envenenante me convierte en superheroina o en supervillana. ¡Muahaha!

viernes, 29 de agosto de 2014

Tono

Dice el fisio que tengo mucho tono muscular.

Y como ya no me fío de nada, con la cara incrustada en la camilla, le pregunté qué quería decir eso.

No puedo interpretar (a partir de su críptica explicación) si es bueno o malo para mí... me lo tomaré en tono de humor y pensaré que estoy cachas, o que podría estarlo.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Supersticiones

Recuerdo un episodio de Friends en el que Phoebe iba a hacerse un tatuaje y según ella el resultado era la tierra vista desde muy muy lejos.

Hace algún tiempo conocí la superstición de los tatuajes impares y no tengo claro si se trata de que un número par de tatuajes atrae a la mala suerte o un número impar la espanta, en cualquier caso una técnica de radiología ha solucionado el problema: a mi luna y mi sol se le han sumado cinco planetas (no podría concretar si todos son tierras) vistos desde muy muy lejos.

La técnica de tatuaje es un pelín carcelaria, a golpe de aguja de gran calibre, pero el resultado es multifuncional, lo mismo espanta la mala suerte que sirve para que la radiación vaya bien encaminada.

Total: 7 tatuajes.

martes, 26 de agosto de 2014

Cremas

No es la primera vez en esta aventura que las recomendaciones me suenan a comisiones e intereses, a esos señores con un maletín que esperan a la puerta de las consultas.

Probablemente soy una malpensada y la enfermera S. solo tenía algo de afán de protagonismo cuando dijo que si íbamos a la ortopedia de su parte seríamos "mejor tratadas", y probablemente el hecho de que mi nueva médica me especifique la crema que tengo que comprar para aplicarme durante la radioterapia solo responde a su experiencia vicaria y a un afán incontenible de compartirla. Aún así no deja de incomodarme el hecho de que un profesional de la salud, desde una posición de poder, aproveche el miedo, la ignorancia o la enfermedad, para hacer su propia campaña publicitaria.

"Es cara, la venden en las farmacias y es de precio libre, pregunta en varias para comparar"

Y lo que más me jode es que me la voy a comprar porque necesito confiar en que mis médicos hacen lo mejor para mí y porque, afortunadamente, me lo puedo permitir. No creo que todo el mundo pueda.

lunes, 25 de agosto de 2014

Topografía interior

He pasado buena parte de la mañana tumbada casi desnuda con un brazo en alto y los pies helados, alternando el interior y el exterior de una máquina inspirada en un donuts con luces giratorias y zumbidos de aeronave.

Parece ser que este tac sirve para situar cada cosa en mi interior y saber dónde está colocado exactamente cada órgano, no vaya a ser que radiemos lo que no toca.

Y parece ser que cuando parece que estoy recta estoy torcida. Ya lo sospechaba yo. Lo empecé a sospechar mientras aquella matrona tan desagradable me reñía por "no ponerme bien" cuando yo creía estar perfectamente alineada. Supongo que tendrá que ver con los vaivenes de mi columna cifoescoliósica.

Hoy soy un poco más consciente de que no soy consciente de mi posición corporal pero, desde hoy, alguien posee un detallado mapa de mi topografía interior.

sábado, 23 de agosto de 2014

General Electric

Desde que leí que la freidora del amigo Rabudo era de la misma marca que mi lavadora me propuse fijarme en la marca de la máquina de los ruidos.

En mi quinta resonancia conseguí acordarme, quizás porque las resonancias hepáticas son boca arriba (las de mama son boca abajo) y mientras te preparan puedes familiarizarte con el entorno.
Y resulta que mi máquina de ruidos no es alemana como la freidora del Mirás sino yanqui, con su logo GE.

Confieso que hasta ahora mi única experiencia con General Electric había sido alguna que otra bombilla pero prometo tenerlos en más alta consideración ahora que sé que sus ruidos resuenan en mis entrañas.


viernes, 22 de agosto de 2014

La primera

Mírala cara a cara que es la primera...

Cuando tomas la primera de más de mil ochocientas pastillas tienes la sensación de estar empezando algo. Cinco años, todos los días a la misma hora.

No tengo información. Ni siquiera consigo retener el nombre, aunque sé que en unos días (o meses, hay tiempo) lo tendré interiorizado. No quiero buscar información, no de momento.

Tamoxifeno, vamos a llevarnos bien...

jueves, 21 de agosto de 2014

Mente superior

Teoría: Mente superior domina... máquina.

(Supongo que cualquier persona con un mínimo de conocimiento del procedimiento puede echar por tierra mi teoría pero yo me he entretenido construyéndola).

Al comenzar una resonancia hepática una voz te manda coger y expulsar aire, no respirar durante unos segundos y volver a respirar, el ruido se limita a los segundos en los que estás conteniendo la respiración. Después de esa fase inicial la mayor parte del resto del tiempo nadie dirige tu respiración y la máquina va alternando silencio con secuencias de ruidos.

  • Observación I: Los silencios coinciden con las inspiraciones y los ruidos con las espiraciones.
  • Observación II: Cambiando el ritmo de inspiración/espiración el ruido siempre coincide con el mínimo contenido de aire en los pulmones.

  • Hipótesis: Las "respiraciones dirigidas" del principio sirven para calibrar el movimiento del abdomen de forma que las imágenes se capturan coincidiendo con el mínimo contenido de aire.

  • Deducción: Si la hipótesis resultase ser cierta y no sufres mareos por hiperventilación, cuanto más rápido respires antes desayunas. 

  • Nota I: ¿Para qué sirve la "respiración dirigida" del final?
  • Nota II: ¡Cómo se le va a uno la olla dentro de la máquina del ruido!
  No tengo ninguna intención de comprobar mi teoría, entre otras cosas porque espero no necesitar más resonancias hepáticas.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Mon dieu!

Como ya os conté las enfermeras son un mundo y como ya os conté mis venas están cansadas, uniendo estas dos premisas tengo el gusto de presentaros a la enfermera políglota.

Desde el primer contacto, desde casi la primera frase, un paciente sabe si hay o no hay feeling con una enfermera. Hoy no lo había.

Supongo que el hecho de que haya puesto en duda la información que yo le he proporcionado sobre mí misma no es un buen comienzo:
- El brazo izquierdo no se puede pinchar, y la mano derecha tampoco...
- Lo de la mano... (está por ver)

Supongo que su empeño en usar esparadrapo sin miramientos, argumentando que el de papel no da alergia, tampoco ha ayudado.

Pero lo que ha acabado con nuestro posible buen rollo ha sido su incapacidad de pensar en su paciente:
- (Enfermera intentando encontrar la vena que utilizaron el lunes para la analítica) ¡Bffffff, dios mío!
- (Yo, con la vía ya correctamente colocada) No deberías decir "dios mío" cuando estás pinchando a alguien.
- Bah, si ya llevo pinchados un montón... si quieres digo Mon dieu!, que es dios mío en francés.

Empatía cero. Auf Wiedersehen, enfermera poliglota.

martes, 19 de agosto de 2014

Premoniciones

Hace una semana me llamó una amable señorita que me informó de que no había citas antes del día 19 para mi resonancia hepática, supongo que me informaba porque en el volante especificaba que tenía que ser antes del 19. Sus opciones eran resonancia en Lugo y cita con la oncóloga en Monforte el día 19 o resonancia el día 20.

Ilusionada con el concepto de "resonancia premonitoria" he vuelto a esperar dos horas (parece ser el tiempo mínimo de espera) para descubrir que no, que hoy no me daban los resultados de la resonancia de mañana.

De nuevo la coordinación entre hospitales es nula.

lunes, 18 de agosto de 2014

Venas cansadas

Con el tiempo voy descubriendo que solo los asiduos usuarios del servicio de salud tienen algunas respuestas.

La respuesta a la pregunta: "¿qué tal venas tienes?" va tomando cuerpo según pasan los meses y mi respuesta: "estupendas" va perdiendo solidez según pasan las enfermeras.

En la última analítica mi acceso favorito, la vena del hueco del codo derecho, se ha declarado cansada. Una enfermera hábil me ha anunciado que tengo "una especie de callo" y me ha pinchado en el mismo pliegue pero unos centímetros más arriba.

Desde ahora, con un solo brazo útil (y ninguna mano) la respuesta es: "a ver..."

Veremos.

lunes, 11 de agosto de 2014

Oportunidades (VI)

Tres meses después del día cero ya puedo presumir de mi nueva melenaza una cabeza peluda.

Mi pelo crece. Suave, muy suave. Y lo mismo que disfruté fascinada de la sensación de quedarme con el pelo en las manos al pricipio de la quimio, y disfruté de la sensación de acariciar mi cabeza recién afeitada, ahora disfruto acariciando mi pelo nuevo, inesperadamente suave, dócil y agradable.
 
A pesar de que mis emociones siguen enmarañadas en pleno proceso de lucha, la presencia de pelo en mi cabeza ofrece una dosis de tranquilidad a las personas de mi entorno, que a falta de más información traducen mi pelo como el final del proceso. Y sí, incluso para mí, tener pelo es un indicativo de que las cosas tienden a la normalidad, aunque mi percepción es menos ligera que la de los demás.

Dice mi amiga Josela que tocarme la cabeza es como acariciar a un gato, que relaja. La vida está llena de oportunidades.

sábado, 9 de agosto de 2014

Turismo rural

Como todos los años por estas fechas comparto techo y vida con un gran grupo de amigos y un creciente grupo de pequeños amigos hijos de los grandes (amigos).

El año pasado, tal día como hoy, nuestra cita anual tenía la misma fecha que la cita con mi ginecóloga. El año pasado no las tenía todas conmigo, en mi sospecha de tener cáncer barajaba la posibilidad de que mi ginecóloga, intentando alarmarme lo mínimo posible, tomara medidas inmediatas al palpar mi pecho. Pero no. Compartió palpamientos con la estudiante que la acompañaba en la consulta y me despidió con un volante para una mamografía y una sonrisa. (Ya en las escaleras me hicieron volver a subir para convertir mi volante ordinario en un volante preferente).

Este año tampoco lo he tenido claro en ningún momento. Desde la incertidumbre de no saber qué iba a ser de mí en estos meses he ignorado cualquier preparativo hasta saber que no iba a estar con quimioterapia, o ingresada, o recién operada, o ...

Las cosas "que se ordenan solas sin querer" han situado este fin de semana entre la cirugía y la radioterapia.

domingo, 3 de agosto de 2014

Cuarenta y cinco

Hoy cumplo cuarenta y cinco años y tengo poco que decir: estoy viva.

Con el diagnóstico de un cáncer desaparecen muchas certezas, la de estar viva en tu próximo cumpleaños es una de ellas. Sin dramatismos, simplemente no sabes qué va a pasar, una de las posibilidades es que estés viva y la otra que no lo estés.

Hoy cumplo cuarenta y cinco años y, sin dramatismos, estoy viva. 

sábado, 2 de agosto de 2014

Objetos cotidianos

Recuperar la normalidad supone recuperar algunos objetos cotidianos.



viernes, 1 de agosto de 2014

Enemigos

Cuando los aliados se convierten en enemigos estamos perdidos.

De vuelta del fisio, con mi zona cervical decorada en rosa fucsia, me resisto, como tantos otros días, a irme a la cama.

Dicen que como en la cama de uno no se duerme en ningún sitio pero yo llevo meses atrasando el momento, durmiéndome en el salón, regresando al sillón a media noche o a primera hora de la mañana, despertando dolorida, descansando precariamente...

Y sí, puedo echarle la culpa a los efectos secundarios de la quimio, a los "daños colaterales" de las cirugías, a los puntos, los drenajes, los brazos delicados... pero el caso es que mi cama en vez de ayudar desgasta.

Quiero/necesito un sueño reparador (cada noche).