sábado, 1 de febrero de 2014

Indefensa

Dicen que no hay mal que por bien no venga, que es otra lectura de lo que en este blog vengo llamando oportunidades.

El jueves llegué al hospital con todos mis deberes hechos: la resonancia hepática, la analítica previa a la quimio, los niños en el cole... y esperé leyendo pacientemente mi turno en oncología. Pero no pudo ser, parece ser que mis defensas están un poco diezmadas y no pude recibir mi dosis de veneno. ¿Me dieron algo para recuperar las defensas?... sí... tiempo, tengo que volver el lunes.

Pero, a pesar de que no recibí la noticia demasiado bien (porque no me gustan los cambios de planes, porque preferiría no tener retrasos en el tratamiento, porque hicimos un viaje de ida y vuelta a Lugo para nada...), llevaba de su mano otra de esas oportunidades.

La noche del viernes Carlos y yo con otros cuatro amigos, teníamos reservada plaza en una "jornada gastrosexológica". Cuando nos lo propusieron yo no tenía muy claro cómo iba a estar después de la sesión de quimio del jueves, pensaba que iba a estar lo suficientemente bien para ir y cenar pero sospechaba que no lo suficientemente bien para disfrutarlo, aún así, decidimos apuntarnos.

Ayer disfruté al 100% de una velada curiosa, entretenida y divertida, en buena compañía, gracias al pequeño aplazamiento de mi dosis de veneno. Sólo queda esperar que el lunes mis defensas estén tan dispuestas como yo.


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