Llevo unos días procupada por mi música.
Desde hace algún tiempo escucho poca música, me limito a escuchar algunas veces la anárquica selección que me permitió recuperar mi MP3 en Dublín y que incluye un disco de Abba y otro de Sabina pero sin ninguna selección racional ni emocional. Y eso en mí es un síntoma de abandono emocional.
Y debería solucionarlo, debería elegir un (gran) puñado de canciones que me ayuden a sentirme bien, a cantar o seguir el ritmo más o menos discretamente (como anteayer en mi sesión de quimioterapia), o directamente bailar en mi cocina como hacía tantas veces: Abba y Sabina, pero también Queen, Silvio Rodríguez, Los Fresones Rebeldes, ACDC, Pedro Guerra, Guns'n Roses, Oskorri, The Housemartins, Fairground Atraction, Serrat, Duncan Dhu, Patsy Cline... necesito mi música.
Necesito música, necesito cantar y necesito bailar, sé que me ayudaría a sentirme mucho mejor. Así que en este tiempo sin tiempo me debo un esfuerzo organizativo, en beneficio de todos.
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