domingo, 4 de mayo de 2014

Como una Nancy

En esta época de muñecas deformes, anoréxicas, sin cuerpo, sin cintura, con piernas y brazos extralargos y modelos de belleza indeseables, en tiempos de Winx y Monster Highs, las cuarentonas volvemos la vista atrás y pensamos con nostalgia en nuestras Nancys, las Nancys precursoras de su versión actual pero tan distintas.

La ausencia de vello en algunas zonas de mi cuerpo pero sobre todo la evidente retención de líquidos en mis tobillos me hacen identificarme con esa muñeca rubia que aún conservo en mi desván.

El vello tengo que reconocer que no lo echo de menos, probablemente hasta lo echaré de más cuando vuelva, lo que no echaré de menos, si consigo librarme de ellos, que tengo mis dudas, son estos tobillos deformes tan ajenos a mi cuerpo.

De momento me confomaré con ser una Nancy cuarentona con cáncer de mama.

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