Después de meses desinformada pero aconsejada por fin ayer la doctora/radióloga/
Mi mano verde se resiste a perder el color en un intento desesperado de que la dejen en paz, que no la pinchen, que no la aprieten, que no le den palmaditas... y es que no sé cual es el nivel de queja que provoca reacciones, porque antes del segundo ciclo le comenté al oncólogo que me dolía el brazo de la quimio, le comenté a la enfermera que ma habían salido bultitos en las venas, en cada sesión le he comentado a las enfermeras que me dolía la mano, que por favor tuvieran cuidado... ¿quién, cuándo y cómo tenía que valorar el estado de mi mano?
Mi acceso directo a la yugular es el héroe salvador de mi mano derecha, esperemos que este ligero pero inquietante dolor de yugular merezca la pena.
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