martes, 29 de julio de 2014

Muy loca (II)

Como una cosa lleva a otra, ante la oncóloga y tras conseguir mi permiso para nadar, recordé una pregunta que llevaba arrastrando de consulta en consulta sin ocasión o memoria suficiente:

- ¿Qué tengo que hacer con el reservorio?

- Se puede quitar pero tenemos que esperar...
- No, no. Quiero decir que desde la última quimio no me lo ha tocado nadie y no sé si tengo que hacerle algo
- (Cara de sorpresa) Pues sí. Vete abajo a que te lo miren las enfermeras. Ya las llamo yo desde aquí

A las tres y media de la tarde, en ayunas, la supervisora del hospital de día me informa (primera persona en informarme) de que el reservorio hay que limpiarlo y sellarlo cada mes y medio; antes de mandarme para casa tal como estoy y después de haberme imprecado:

 - ¿Por qué no has ido a que te lo hicieran en tu centro de salud?

Pues porque estoy muy loca, señora, estoy muy loca. ¡Bfffff!

(El martes, antes de salir hacia Portugal, en el hospital de día de Monforte, han tenido la amabilidad de limpiarme y sellarme el reservorio. El proceso ha durado un par de minutos.)

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