sábado, 19 de julio de 2014

Juicios apresurados

Cuando la enfermera S. me contó la serie de precauciones que debo incorporar a mi día a día para preservar mi brazo izquierdo le dije: "afortunadamente es el izquierdo".

Pensé que era bueno ser diestra cuando hay que evitar coger pesos con el brazo izquierdo. No he necesitado mucho tiempo para darme cuenta del error.

La mano derecha es la mano de la precisión, la que coge, gira, aprieta... mientras la izquierda se dedica al trabajo sucio uno y otra vez: acumula los platos que le va pasando la derecha, sujeta la cazuela en la que cae el agua del grifo que ha abierto la derecha, coge las bolsas del supermercado en las que la derecha va metiendo la compra...

Pues no, resulta que no es tan fácil preservar el brazo izquierdo (siendo diestra). Habrá que enseñar a la mano izquierda a realizar trabajos de precisión y a la derecha a ser menos señorita. ¡Ah!, y habrá que aprender a no emitir juicios apresurados.

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