lunes, 6 de octubre de 2014

Sonrisas

Ahora que tanto se habla de la humanización de los hospitales y que se intenta que sean menos asépticos y más cálidos, tengo que decir que en la zona de radiología terapeútica lo consiguen.

Y no son los vinilos pegados en las paredes, las flores o los pajaritos de los pasillos, ni siquiera los murales luminosos de entrada a las áreas de paredes de plomo, los que lo hacen posible.

Después de 25 sesiones, de viajes, de cremas, de curas, de consultas, resumiría esta etapa con una palabra: sonrisas.

Las sonrisas por los pasillos hacen que la aventura en la freidora atómica sea lo más humano de todo este año.

Gracias, personas humanizadas, ha sido un (incómodo) placer.





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