lunes, 13 de enero de 2014

Lo que la teta ha unido

Mis tetas, ¡cuántas alegrías y cuántos disgustos me dan!

Tras una adolescencia marcada por unas tetas pequeñas con conspicuos pezones, la pesadilla de cualquier adolescente, y pasando por la reacción necesaria del topless sin complejos, el momento estrella de mis tetas fue el de mi "lactancia militante", mis tetas se convirtieron en objetos asexuales/nutriticionales de dominio público pero, sobre todo, mis tetas me dieron la oportunidad de conocer a una gente muy especial.

Desde el año 2005 comparto mi vida con unas mujeres especiales, fuertes, solidarias, luchadoras... compartí reivindicaciones y luchas y después nuestros caminos se separaron, aunque nuestros sentimientos de grupo siguen ahí y los reencuentros periódicos responden a celebraciones de acontecimientos de todo pelo.

Y entre estas mujeres hay una especial, Sabela, especial porque siempre lo ha sido, por su forma de vivir y hacer las cosas, porque su etapa vital, con hijos un poco más mayores que las del resto, me hizo sentir más próxima en sentimientos muchas veces.

Sabela, mi compañera de luchas, comparte también ésta. Seguimos caminando juntas. :o*